Esta zona forma uno de los paisajes más bellos de Ibiza. El valle, situado en el corazón del municipio de Sant Antoni, sigue el curso de un torrente.
A la Finca Can Tunicu sólo se puede llegar por el Camí des Broll (camino de la fuente), una carretera sin asfaltar que discurre en medio de un paisaje agrícola excepcional. Viniendo desde el sur, hay unos 2,6 km hasta la casa en esta carretera, y desde el norte hay unos 1,3 km.
Aquí, las parcelas estaban aterrazadas en diferentes niveles y se regaban mediante un sistema de acequias, canales y balsas construido durante el periodo de dominación árabe. Se alimenta del agua del manantial de Es Broll, probablemente el acuífero más importante de la isla. Este sistema forma un paisaje húmedo y fértil en el que el agua desempeña un papel importante, ya que fluye por los canales, cruza los caminos y cae en cascada por los antiguos muros de piedra durante la época de lluvias.
Es un entorno único, poco frecuentado por los turistas, pero donde aún se puede disfrutar del auténtico encanto del paisaje pitiuso.
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